Reseña: Todas las hadas del reino

Título: Todas las Hadas del Reino

Autor: Laura Gallego

Saga: -

Editorial: Montena

Páginas: 477

Año: 2015

Precio: 15’95€

Camelia es un hada madrina que lleva trescientos años ayudando con gran eficacia a jóvenes doncellas y aspirantes a héroe para que alcancen sus propios finales felices. Su magia y su ingenio nunca le han fallado, pero todo empieza a complicarse cuando le encomiendan a Simón, un mozo de cuadra que necesita su ayuda desesperadamente. Camelia ha solucionado casos más difíciles; pero, por algún motivo, con Simón las cosas comienzan a torcerse de forma inexplicable...

Creo que todo el mundo ha leído o ha oído hablar de este libro desde que comenzó el boom de esta novela a principios de año. Comenzaron los sorteos, los tráilers del libro, las opiniones de la gente, y yo cada vez tenía más y más ganas, pero hasta hace cosa de una semana entre varias amigas no decidimos leerlo, y aquí estoy, recién terminado el libro, con unas expectativas muy altas en un primer momento, que no han sido del todo cumplidas.

Érase una vez un cuento de hadas madrinas encargadas de ayudar a jóvenes que necesitan su ayuda, y de otros que no la necesitan tanto. Cada vez son menos hadas madrinas debido al continuo esfuerzo al que están sometidas, sin embargo, nuestra protagonista, Camelia, a pesar de tener el mayor número de ahijados, trabaja sin parar y sin rechistar. Una de sus compañeras, rechaza el trabajo de ayudar a un mozo de cuadra, y Camelia se decide encargarse ella de él. Este joven se podría decir que es el protagonista de nuestra historia puesto que la mayor parte de la trama gira en torno a él, intercalando unos pocos capítulos de otros ahijados. Simón, está enamorado de la princesa de Vestur, y aspira a casarse con ella. Pero, ¿cómo se enamorará una princesa de un simple palafrenero? Para ello contará con la ayuda de su madrina quien a pesar de que opina que es casi imposible tratará de ayudarle

Es un libro que podemos decir básicamente que se estructura en dos partes, no puedo indicar en que momento se pasa de una a otra pero sí he de decir que la primera me gustó más. Los capítulos son cortitos, entre dos o tres páginas, lo que hace que te enganches a su lectura fácilmente y que sea muy rápida.

Hay un narrador en tercera persona que nos cuenta toda la historia y que va intercalando la narración de lo que le sucede a los distintos ahijados de Camelia. He de decir que los cambios de un ahijado a otro eran tan repentinos que se me hacía un poco complicado seguir el hilo de la historia. Cuando ya sabía de quien hablaba, al tener solo dos o tres páginas, plof, me cambiaban a otra cosa.

La ambientación me ha parecido sublime. Desde pequeña he sido fan incondicional de los cuentos de hadas, princesas y caballeros, y en este libro hay mucho de eso. Podemos encontrar princesas encerradas en torres, casitas de chocolate, caballeros en busca de aventuras y algo que no conocía, los Ancestrales-animales con poderes-, como uno de los amigos de Camelia. Los guiños que durante toda la obra ha hecho a los clásicos cuentos de los que todos hemos oído hablar me han hecho transportarme a esos días en los que leía con mi padre estas historias. Algunas de esas historias, Laura, es  capaz de cambiarlas y adaptarlas a la historia de Camelia, o incluso a veces, hacer que la historia de alguno de los personajes de la obra se parezca a una que ya conocíamos (por ejemplo, la historia de Felicia, es clavadita a Rapunzel)

El giro que da la historia es completamente inesperado. De un momento a otro ocurre un gran cambio, y los motivos de ese cambio, creo que realmente no los he llegado a comprender. El cambio, me ha parecido bueno, ya que sino habría sido todo demasiado previsible, pero a partir de ahí la obra se vuelve un tanto aburrida hasta que llegamos casi al final.

Ahora bien, hay varios aspectos de la novela que han hecho que no cumpla mis expectativas, uno de ellos es la enorme cantidad de personajes, muchos aparecían y desaparecían , y para cuando aparecen de nuevo ya se te ha olvidado quien era, y la enorme cantidad de lugares. Laura, deberías haberle puesto un mapilla a la obra.

Camelia es nuestra hada madrina protagonista, que busca siempre ayudar a los demás sin importarle lo que cueste. Pero todo tiene sus consecuencias. Más ahijados, más esfuerzo, menos magia. Es un personaje con el que he sentido básicamente pena, es decir, me daba mucha pena el trato que recibía de sus propios ahijados y que solo pensaban en ellos mismos, nunca en el pobre hada.

Simón, es como ya dije, el mozo de cuadra que pretende conseguir el corazón de Asteria, princesa de Vestur. Está tan enamorado de ella que si ella le pidiera, ve a que te coma un dragón él lo haría sin pensárselo dos veces. En un primer momento me cayó bien, pero en cuanto la princesita le hizo caso y empezó con sus jugarretas, dije: ¡muchacho, búscate a otra chica que hay miles por ahí! Pero el cabezota sigue y sigue.

Asteria, es la princesa de Vestur, de la que únicamente quiero decir que es una niña mimada que pretende tener a todos bajo sus pies, y que es imposible que me haya podido caer peor.

Un personaje que me ha encantado es Rosaura, una de las ahijadas de Camelia, de la que no puedo decir mucho, pero que a pesar de intervenir poco me ha gustado.

En conclusión Todas las hadas del reino es un libro que recomiendo a todos aquellos que quieran explorar un mundo de princesas y hadas en el que todo está plagado de magia. Una historia rápida de leer, entretenida y bonita, con el fallo de la gran cantidad de personajes que ocupan sus páginas, pero que en general, es muy buena. Si te gusta Laura Gallego, además, esta es tu historia