Reseña: Siega #1

 
Título original: Scythe

Autor: Neal Shusterman

Trilogía: El arco de la Guadaña

Editorial: Nocturna

Páginas: 525

Año de publicación: 2017

Precio: 17’00 €

Antes, las personas morían por causas naturales. Existían asesinos invisibles llamados enfermedades, el envejecimiento era irreversible y se producían accidentes de los que no se podía regresar. Ahora, todo eso ha quedado atrás y sólo perdura una verdad muy simple: la gente tiene que morir. Y esa es la tarea de los segadores. Porque en un futuro donde la humanidad controla la muerte, ¿quién decide cuándo y cómo sembrarla? Citra y Rowan acaban de ser seleccionados como aprendices de segadores. ¿Su objetivo? Superar las pruebas de su mentor, sean las que sean. Aunque en el proceso renuncien a todo lo que les hace humanos.

¡Hola perdidossss! Hace ya tiempo que no estoy por aquí, pero es que este tercer trimestre se me ha hecho un poco más cuesta arriba y no he tenido casi tiempo de escribir reseñas ni de estar por la blogsfera. Así que ahora que empieza el verano y ya estoy recargando las pilas vengo con muchísima ilusión a hablaros de mi mejor lectura de junio: Siega.

La humanidad ha conseguido vencer a la muerte. Los humanos ya no temen porque… ¿por qué lo harían si tras un accidente de cualquier tipo pueden ir a un centro de reanimación y revivirlos, si pueden volver a tener el cuerpo de un veinteañero cada vez que se sientan demasiado mayores? Esta es la realidad: la población está creciendo, las familias ya abarcan muchas generaciones, solo unos pocos deben ser los que abandonen el mundo definitivamente.

Los segadores son personas cuya profesión es cribar a un determinado número de otras, que luego no pueden ser revividas, atendiendo a una serie de estadísticas de la era de la mortalidad. Lo único que temen ya las personas es que se acerque uno de ellos, porque eso puede significar su fin.

Citra y Rowan son dos adolescentes fuertes y compasivos, dos razones por las que el segador Faraday los ha escogido para ser novicios y aprender cómo se debe comportar un segador y seguir todas las reglas propuestas por la Guadaña. Esta es la clave, el oficio de segador solo lo pueden realizar aquellos que no quieran hacerlo y que se compadezcan de los demás.

Paralelamente a su formación, se está desarrollando dentro de la Guadaña (consejo de los segadores), una serie de división entre los partidarios del cambio a una criba masiva y destructiva y los que quieren conservar los fundamentos de la criba en su origen.

La idea del autor de un mundo utópico en el que, gracias al avance de los humanos, haya desaparecido el miedo a la pérdida, la incertidumbre de lo que te depara el futuro: todo esto gracias al Nimbo, una red accesible que desarrolló la inmortalidad de toda la población gracias a una nueva tecnología: puedes fallecer las veces que quieras, simplemente te llevarán a un centro de reanimación y en cuestión de horas, volverás a la vida. Además, no tienes que hacerte mayor y puedes aparentar la edad que quieras, ya que puedes reiniciar el contador de los años y volver a tener 20 años sin cambiar en nada por dentro. Solo una pequeña parte de la población es cribada por los segadores, por lo que no puede volver a la vida por el problema de la superpoblación.

Sobre el mundo creado por el autor no voy a dar muchos más datos porque quiero que lo descubráis por vosotros mismos, solo diré que me ha sorprendido toda la reflexión que lleva detrás el enfoque que le ha dado a la historia y que destaca por su gran profundidad y por su crueldad, porque yo he sufrido con cada una de las cribas que se describían en la historia.

En cuanto a los personajes, tengo que decir que al principio me daba la sensación de no conocerlos del todo bien o de una manera profunda, dado que la narración por parte de los protagonistas hacía que al final no pudieses conocer a ninguno completamente. Sin embargo, esto cambia a partir de la mitad del libro, cuando sí que hay más capítulos seguidos narrados por un personaje y luego otros cuantos del otro. Es entonces cuando sí que he llegado a comprender lo complejos que son cada uno de ellos y los he conocido por completo.

Citra y Rowan desde el principio han demostrado una gran compasión por lo que le pase a los demás, aunque cada uno es diferente del otro. La verdad es que no sé muy bien con quién me quedaría de los dos, pero sí que tengo que decir que la gran complejidad de Rowan y su evolución me han parecido fascinantes.

Conforme avanzan los capítulos, vamos descubriendo que a Citra le resulta mucho más difícil conseguir hacerse segadora, mientras que Rowan al final se encuentra incluso sintiéndose indiferente con algunas cribas que realiza. Al fin y al cabo, Citra es más compasiva y Rowan tiene que aprender a la fuerza a dejar a un lado sus sentimientos.

Otros personajes dignos de mencionar son los tres segadores que más se conocen en este libro: el Segador Faraday, con su humildad y sus complicados pensamientos, el Segador Goodard, con su frivolidad y su gusto por las cribas en masa, y la Segadora Curie, muy conocida en todo el mundo pero que esconde un lado mucho más empático. Los pensamientos de todos estos los conocemos gracias a los fragmentos de sus diarios de criba en los que plasman todo lo que sienten.

Me ha gustado mucho descubrir a este autor, ya que es la primera vez que leo algo suyo, que ha cumplido perfectamente con mis expectativas y del que espero leer más en el futuro.

En resumen, Siega ha sido todo un descubrimiento: una historia más compleja y profunda, en un mundo cruel, de lo que aparenta, que te hace reflexionar sobre los sentimientos, el miedo, la mortalidad y el peligro que una sociedad como la describe Neal Shusterman puede suponer.

 ¿Lo habéis leído? ¿Os llama la atención? ¿Habeís leído algún libro del autor?